miércoles, 4 de enero de 2012

Gingrich puede aprender de Bill Clinton



Después de todo, Bill Clinton puede terminar siendo un ejemplo a seguir para Newt Gingrich. Aunque sólo sea en el manejo de expectativas en una campaña electoral.

Hace veinte años, el entonces Gobernador de Arkansas quedó en cuarto lugar en el Caucus de Iowa, como Gingrich ayer. Después la acción se trasladó a New Hampshire, y una serie de inoportunas informaciones (la historia de Gennifer Flowers, documentos que probaban que había evadido el servicio militar, etc.) golpearon a Clinton hasta dejarle noqueado en los sondeos con 20 puntos de desventaja.

Terminó perdiendo New Hampshire por 8 puntos, un auténtico desastre si consideramos que unas semanas antes era el front-runner allí. Pero, en uno de los movimientos más audaces que se recuerdan, Clinton salió al estrado con el recuento poco avanzado para afirmar que su derrota ante Tsongas era inevitable, no por sus propios errores, sino porque como Senador de un estado vecino (Massachusetts), Tsongas debía ser el claro favorito.

De algún modo, el argumento funcionó y orientó a su favor las conclusiones de los analistas. El público compró el argumento del "comeback kid". De ahí la campaña se trasladó al Sur y Clinton empezó a apuntarse sus primeras victorias.

Gingrich puede intentar algo similar, siempre que supere las expectativas en New Hampshire, y hacer que todo vuelva a empezar de cero en Carolina del Sur.

Aunque hay una diferencia: en el 92 nadie compitió en Iowa porque se presentaba el hijo favorito Tom Harkin, así que el cuarto lugar de Clinton no dejó secuelas. Sin embargo, el cuarto puesto de Gingrich en Iowa ha sido una primera derrota.

PostData: se me olvidaba otra diferencia: Clinton no tenía ningún rival bien financiado.

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